Es un programa clínica y científicamente comprobado, lo que significa que su eficacia ha sido demostrada.
¿Qué debo esperar?
El programa consiste en una reunión cara a cara ya sea en persona o en forma virtual por siete sesiones que te brinda las herramientas y el apoyo para superar y aliviar el dolor de una pérdida emocional importante. Es un programa estructurado con resultados a largo plazo en un ambiente seguro. Tendrás que leer y completar unas tareas semanales, las cuales apoyaré y guiaré.
¿Puede ayudar a los niños con pérdidas? Ayudaré a los padres (maestros o acudientes) a guiar a sus hijos de manera efectiva con sus pérdidas. La muerte de un ser querido, el bullying, el divorcio de los padres, la pérdida de una mascota, la mudanza y muchas otras pérdidas pueden hacer que los niños queden con heridas que les pueden traer efectos negativos. A veces parecen "devastados" y otras veces parecen "manejar bien el dolor", pero la mayoría de las veces utilizan las herramientas equivocadas y reprimen las emociones. Ustedes, los padres y yo nos reuniremos durante cuatro sesiones a donde ustedes aprenderán como guiar a sus hijos o menores a su cargo. ¿Como ayudará a los hijos? Los niños pueden volverse más resilientes (y más felices) cuando se les brindan las herramientas emocionales adecuadas. Este programa fortalece su conexión emocional con su hijo, especialmente en momentos de cambios, desafíos o pérdidas. Los niños sufren dolor emocional no sólo por pérdidas importantes, sino también cuando las esperanzas, los sueños y las expectativas no se cumplen, y los adultos bien intencionados pueden, sin saberlo, responder de manera inútil. Nuestra cultura nos enseña cómo adquirir cosas, pero no cómo manejar las pérdidas. Muchas de las respuestas comunes que hemos aprendido sobre el duelo en realidad no son útiles ni saludables.
Si bien no podemos proteger a los niños del dolor emocional, podemos apoyarlos con el conocimiento y las herramientas adecuadas. Independientemente de su edad, lo que aprenderá en este programa ayudará a los niños a procesar las experiencias emocionales de manera más saludable, evitando potencialmente que recurran a comportamientos dañinos más adelante en la vida.